Elaboramos casi la totalidad de nuestros quesos con leche cruda de oveja, sin ser sometida a ningún tratamiento térmico. La leche proviene de una granja familiar cercana a la quesería, comprometida con nuestro objetivo de obtener un queso de la mejor calidad, 100% natural.
En la granja se realiza una alimentación sana y natural de las ovejas, con materias primas de máxima calidad, manteniendo un elevado grado de cumplimiento con altos estándares de calidad, bienestar y salud animal, higiene en el ordeño, limpieza, desinfección, almacenamiento y gestión ambiental, y practicando unos controles rigurosos a lo largo de todo el proceso.
Aparte de la leche de oveja, para obtener nuestros quesos, solamente empleamos fermentos propios no provenientes de laboratorio, cuajo animal y sal marina.
La elaboración del queso requiere el empleo de fermentos lácticos y un coagulante que permita transformar la leche (en estado líquido) en una masa o cuajada (en estado sólido), que posteriormente será moldeada y tratada para obtener la forma y el grado de sequedad o humedad deseados.
Nosotros no empleamos fermentos de laboratorio, sino que obtenemos nuestros propios fermentos, con leche de nuestras ovejas madurada 3 veces por semana, cual “masa madre” que se fermenta cada día en la elaboración de un pan de calidad.
Como elemento coagulante utilizamos solamente cuajo natural de origen animal en pasta, obtenido de cuajares de cordero lechal y cuyo proveedor garantiza su obtención por procedimientos tradicionales, así como su inocuidad y seguridad alimentaria.
Y ya está. Con una ausencia total de aditivos de ningún tipo, una vez formado el queso solamente faltará salarlo para garantizar la formación de una corteza que lo proteja de bacterias indeseables, favorecer la eliminación de suero que disminuya una actividad microbiana indeseable y ayude a su conservación, a la vez que le aporte una textura más rígida y le potencie su sabor. Nosotros utilizamos sal marina natural.
Por último, nuestros trabajos de cuidado y mantenimiento de los quesos durante su etapa de maduración en la cámara, sobre baldas de madera, como se hacía siempre de forma tradicional, también están enfocados a obtener una corteza natural, madurada con mohos, que es totalmente comestible. Solamente lavamos nuestros quesos con una solución de agua y sal, sin aplicar ningún tipo de tratamiento ni elemento adicional.
El resultado de todo el mimo y esmero que ponemos en el proceso de elaboración es la obtención de un queso de la mejor calidad, con un aroma intenso y un sabor potente que sorprende por su naturalidad, “como los quesos de antes” (palabras de nuestros clientes de las que nos sentimos más que orgullosos).
Además, el queso es una fuente natural de proteínas, minerales, especialmente calcio, vitaminas y grasas de alta calidad nutricional. Para saber más sobre el queso y los lácteos dentro de una alimentación sana y saludable, no dejes de visitar nuestra sección de Blog.